lunes, 13 de julio de 2009

Manifiesto de Intenciones

Al principio, el hecho de que a alguien le gustara las plantas y las flores y quisiera vivir de una manera digna en una sociedad capitalista dedicándose exclusivamente a su cuidado pudo ser visto con cierto escepticismo, si no se concentraba en su cultivo y venta claro está.
Hoy, la profesión de jardinero no sólo está integrada en la sociedad sino que se ejerce de manera digna (con sitios donde estudiar, cotizando a la seguridad social, etc.) existiendo incluso plazas en no pocas instituciones públicas donde poder desarrollar esta importante función social.
El músico moderno a día de hoy, sigue sin poder ejercer su profesión de manera digna. Hay quien lo justifica por su carácter lúdico y la minoría elitista y de avanzada concepción musical hacia la que va dirigida su arte, sin embargo, hay dos argumentos que invalidan esta reflexión:

1. Si las minorías no deben ser defendidas en sus gustos musicales alguien debería explicar por qué los géneros como la ópera o la música clásica si están avalados desde las instituciones, si es el gusto de la masa lo que debe predominar, probablemente nos quedaríamos con el Pop de las grandes multinacionales y el Reggaeton que con tanta frecuencia se oye en los coches tuneados de los jóvenes votantes canarios, o en sus móviles con el manos libre dentro del tranvía.
2. Por otro lado, esa minoría; analizado de una manera más exhaustiva, no es tal. Así, no debe pasarse por alto que es el jazz y su lenguaje moderno el que nutre a todas las demás músicas contemporáneas: el Folclore de la Islas se apoya en músicos de jazz para entrar en fusiones, los cantantes de Pop buscan a nuestros músicos para grabar o tocar en directo. Muchos son los músicos de Rock, o Reggae que han tomado clases de armonía de Jazz. La Salsa y las llamadas Orquestas de baile se nutren de improvisadores en sus secciones de viento o sus bases armónicas. Los programas de la televisión al igual que una gran parte de las cuñas televisivas y radiofónicas son realizadas por nuestros compañeros…, en definitiva las ramificaciones de la música moderna abarcan prácticamente la totalidad del mercado sociocultural actual, y sin embargo sus ejecutantes siguen sin disponer de centros donde formarse, posibilidades de cotización, facturación, jubilación…en definitiva los mismos derechos y deberes que cualquier otra profesión.

Estamos en un momento de cambio, las crisis siempre hacen que se tambaleen los cimientos que se reestructure la sociedad, que se planteen la marcha regular de la misma. La crisis es un motor al dinamismo, a la rebeldía, a la protesta, y debemos aprovecharlo como gremio. No es ningún secreto nuestras diferencias, nos conocemos todos, al menos de vista, y llevamos muchos años teniendo roces, luchas por las migajas que a modo de propina han ido dejando caer las administraciones como reflejo de su “apoyo”. Existen dos o tres asociaciones distintas que persiguen lo mismo a través de caminos casi opuestos, intereses particulares, necesidades económicas, falta de actividad laboral…nuestra situación no es fácil en absoluto y eso ha hecho que nos disgreguemos aún más, nos ha vuelto egoístas y nos ha inducido a una política de autoabastecimiento.
Debemos unirnos para defender nuestros intereses, y pese a nuestras diferencias, no debemos obviar que es más lo que nos une que lo que nos separa.
Los Objetivos que vamos a defender desde esta unión de Músicos Canarios (MUSICAN) son claros:


1. Formación de nuestros músicos. Tanto en el Conservatorio, tal y como se aprobó en el BOC y como viene recogido en la LOE, como en todas las Escuelas de Música de las islas. Debe existir una representación pedagógica de nuestro sector en cada una de las escuelas financiadas con erario público. Al igual que una equiparación del profesorado clásico con el moderno.

2. Regularización de nuestra situación fiscal. Nuestro gremio siempre ha venido cobrando “en negro”, tocando en hoteles, orquestas, sin la posibilidad de cotizar salvo dándose de alta como autónomo lo cual es imposible por la irregularidad del trabajo, muchos llevan años así. Y no pueden justificar de manera alguna su trayectoria profesional, ni recibir la confianza de un banco para comprar un coche, casa….por no hablar de una seguridad social en caso de enfermar, ni de un plan de jubilación… Esta situación es inadmisible como parte integrante de Europa que somos.

3. Creación de un circuito. Muchos son los empresarios que han tenido iniciativas privadas para formar clubs o simplemente habilitar sus locales a la música enfrentándose a: un público escaso por la evidente falta de educación musical, a unos músicos desorganizados incapaces de desarrollar proyectos sólidos por su propia inestabilidad económica y a pegas administrativas y falta de licencias para habilitar esta fundamental actividad para la cultura y ocio canario.

4. Redistribución de los fondos que se destinan a nuestra propia música. Muchos son los planes absolutamente incoherentes los que se vienen llevando a cabo por parte de las administraciones en aras de una promoción cultural… ¿viajes para promocionar nuestra música fuera de las islas, cuando nuestros músicos apenas logran sobrevivir dentro de ellas?, ¿promociones y subvenciones para grabar proyectos de jóvenes músicos sin antes darles una formación coherente y reglada? ¿festivales de música una vez al año, cuando de manera ordinaria no existe ningún sitio donde se pueda desarrollar la música que se pretende apoyar en el festival?

Si estamos hablando de generar riqueza cultural, de atraer turismo, de impulsar las islas desde un aspecto músico-cultural , ¿no sería más lógico formar a nuestros músicos, crear sitios donde poder tocar, dar licencias para poder tocar incluso en las terrazas facilitándole al turista un regocijo cultural mientras se crea trabajo digno y remunerado para nosotros? ¿no está bien ya de pelearnos por quién se lleva la subvención de turno?

No queremos limosnas, queremos dignificar y regularizar nuestra profesión, y ganar dinero trabajando: tocando, grabando, dando clases, produciendo…
Queremos crear una plataforma desde donde se puedan expresar todas las opiniones y unir fuerzas para ir cumpliendo los distintos objetivos.